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Extintores

Los sistemas de extinción manual (extintores) son el elemento más común para la lucha contra el fuego. Existen varios tipos en función del fuego esperado, siendo los más comunes los de polvo y los de CO2.

Extintores de polvo:

Están compuestos por un polvo químico que es expulsado mediante nitrógeno que suele está integrado al mismo extintor, o bien en un recipiente adosado al exterior. Su uso es para fuegos de tipo A (materiales sólidos), B (líquidos o sólidos licuables) y C (gases).

Extintores de CO2:

Contienen el CO2 en forma líquida. Su uso es para fuegos de tipo B (líquidos o sólidos licuables, como el plástico). Se suelen utilizar para proteger riesgos eléctricos, dado que no provocan ningún daño a los equipos electrónicos al no dejar ningún residuo después de la extinción.

Extintores de agua + aditivos:

Contienen una mezcla de agua con un espumógeno. Son 100% biodegradables, no tóxicos y respetuosos con el medio ambiente. Su uso es para fuegos de tipo F generados por la combustión de grasas vegetales o animales. Son los fuegos que se originan normalmente en cocinas.

Extintores para metales:

Este tipos de extintores es especial para fuegos de origen metálico como el sodio, magnesio, potasio o muchos otros que estén reducidos en pequeñas partículas com el aluminio.

Bocas de incendio equipadas

Las redes de bocas de incendios son sistemas manuales de extinción diseñados principalmente para uso en interiores de edificios. Los armarios (generalmente rojos y de metal, aunque pueden ser de otros colores y materiales) se instalan en la pared a una altura máxima de 1.50 metros y están conectados a una toma de agua de la red pública, lo que los convierte en uno de los métodos más eficaces debido a su capacidad de descarga ilimitada.

La cantidad de agua necesaria, la autonomía y el número de bocas de incendio que deben operar simultáneamente se determinarán según los reglamentos vigentes.

Son muy accesibles y fáciles de usar para cualquier persona: simplemente hay que acceder a la manguera, extenderla y abrir la válvula.

Las más comunes son las BIE 25, que tienen una manguera semi-rígida de 25 mm y una longitud máxima de 30 metros, y las BIE 45, que tienen una manguera plana de 45 mm y una longitud máxima de 20 metros.

Los armarios de bocas de incendio de 25 mm incluyen una devanadera, una lanza y una manguera semi-rígida de 25 mm, mientras que las bocas de incendio de 45 mm incluyen una devanadera, una lanza y una manguera plana. Ambos tipos de bocas de incendio están equipados con un manómetro dentro del armario para visualizar la presión, ya sea en estado estático o en funcionamiento dinámico.

Sistemas de abastecimiento de agua

Cuando se presente la situación en la que la red de agua no pueda proporcionar la presión y el caudal necesarios para un sistema de extinción, se debe diseñar un conjunto de dispositivos que garanticen y satisfagan dichos requisitos de presión y caudal.

Los grupos de presión contra incendios son responsables de suministrar el caudal y la presión de agua necesarios para el funcionamiento de los diversos sistemas de protección contra incendios, como sistemas de rociadores automáticos, bocas de incendio, hidrantes, entre otros.

Por lo general, los grupos de presión consisten en una bomba jockey que mantiene la presión y varias bombas principales y secundarias que entran en funcionamiento cuando se activan los sistemas de extinción por agua. El número de bombas principales y secundarias varía según el sistema que se deba abastecer y la normativa aplicable, y estos grupos pueden ser accionados por motores eléctricos y/o diésel.

La alimentación de los sistemas de abastecimiento de agua se realiza a través de depósitos, la red pública o recursos naturales como pozos, embalses, ríos o lagos.

Los depósitos de reserva de agua pueden ser de diversos tipos y materiales, como construcciones de obra civil, chapa o fibra.

Dependiendo de la clasificación de riesgos y categorías, puede ser suficiente el suministro de la compañía de agua, el uso de una fuente inagotable como un lago, o, como en la mayoría de los casos, depósitos independientes y exclusivos para la protección contra incendios.

Columnas secas

Una columna seca es una tubería normalmente vacía que los bomberos pueden conectar externamente a una fuente de agua a presión. Esta tubería vertical está diseñada para distribuir el agua a varios niveles de un edificio o estructura como parte de los sistemas de extinción de incendios y está compuesta por tres elementos principales:

Toma de agua en fachada:

Consiste en un pequeño armario o arqueta cerrada con una puerta metálica y un indicativo de uso exclusivo para los bomberos. Esta toma de agua incluye una conexión siamesa con llaves incorporadas, una entrada enroscada y dos salidas. Las tomas de agua deben estar situadas en el embarque de la escalera, en el exterior del edificio o en el vestíbulo, centradas y a 90 cm del suelo.

Boca de salida en pisos:

También es un pequeño armario con una puerta practicable. Cuenta con una conexión siamesa con llaves incorporadas. Por seguridad, estas bocas de salida se sitúan en las plantas pares hasta la octava y en todas las plantas a partir de esta altura.

Boca de salida en pisos con llave de seccionamiento:

Es un armario o arqueta con una puerta frontal rompible y con las mismas dimensiones que la boca de salida en pisos. Cada cuatro alturas, se ubicará una boca de salida de este tipo por encima de la conexión siamesa de la boca de salida correspondiente y alojada en su misma hornacina.

Estos elementos aseguran que los equipos de emergencia y salvamento puedan acceder y distribuir agua eficientemente a través de diferentes niveles del edificio durante una emergencia de incendio.

Sistemas de detección de incendios

Los sistemas de detección y alarma de incendios tienen como objetivo principal detectar, lo antes posible y sin falsas alarmas, el inicio de un incendio. Esto permite dar aviso y activar las medidas adecuadas para combatir el fuego.

Funciones Principales de un Sistema de Detección y Alarma de Incendios
  • Localización del fuego con precisión en el espacio y el tiempo.
  • Avisar con la mayor antelación posible para minimizar las consecuencias del fuego.
  • Puesta en marcha del plan de alerta y evacuación previsto.
  • Recepción de información y acción sobre otros sistemas de protección contra incendios.

La normativa utilizada para la planificación, diseño, instalación, puesta en servicio y mantenimiento de estos sistemas es la UNE 23007 Parte 14.

Componentes Básicos del Sistema de Detección y Alarma
  • Central de detección y alarma: Es el dispositivo que gobierna toda la instalación. Recibe toda la información y, según una programación preestablecida, emite las órdenes de aviso y gestiona las maniobras automáticas.
  • Detectores automáticos: Pueden ser puntuales o lineales y realizan la detección del incendio de forma automática.
  • Pulsadores de alarma: Permiten la activación manual de la alarma.
  • Avisadores ópticos y acústicos: Incluyen sirenas y flashes que alertan a las personas en el área afectada.
  • Módulos monitores y de control: Supervisan y gestionan las señales de los detectores y pulsadores.
  • Fuentes de alimentación: Proveen energía al sistema.
  • Cableado y canalización: Conforman el circuito eléctrico del sistema.
  • También pueden incluir otros elementos como paneles repetidores, equipos de detección por aspiración, detectores de llama y cables sensores.
  • Tipos de Detectores
  • Detector óptico de humos: Detecta la presencia de humo en el ambiente.
  • Central de detección de incendios: Coordina y gestiona las señales de los detectores y pulsadores.
  • Sistema de detección por aspiración: Utiliza un sistema de aspiración para detectar partículas de humo en el aire.
Funcionamiento del Sistema

Los detectores automáticos y pulsadores manuales detectan el incendio en su fase más temprana y envían la alarma a la central de incendios. La central, a partir de esa información, activa los avisadores ópticos y acústicos, como sirenas y flashes.

El sistema de detección y alarma también controla otros sistemas de protección contra incendios, supervisando los puestos de control de rociadores, recibiendo señales de los cuadros de control de las bombas contra incendios y gestionando las maniobras de otros sistemas para garantizar la seguridad, como la apertura de sistemas de evacuación de humos, cierre de puertas cortafuego, paro de ventilación, comunicación a la central receptora de alarma o megafonía, etc.

Importancia del Cableado de Alta Seguridad

Dado que el sistema de detección y alarma es crítico para la eficacia del resto de los sistemas de protección contra incendios, es esencial que el cableado sea de alta seguridad. Esto asegura que el circuito eléctrico de señalización sea totalmente independiente y esté alimentado exclusivamente para garantizar su funcionamiento continuo en caso de emergencia.

Hidrantes

Las redes de hidrantes son sistemas manuales de extinción diseñados para proteger las áreas exteriores de estructuras y edificios. Utilizando los hidrantes, se pueden enfriar las zonas externas de los edificios, extinguir incendios y evitar que el fuego se propague a edificios cercanos, controlando así la evolución del incendio. La necesidad de caudales y la autonomía requeridos se diseñarán conforme a los reglamentos sectoriales.

Existen tres tipos de hidrantes: Columna Seca, Columna Húmeda y Enterrados en Arqueta. Según las necesidades y características del diseño, se elegirá entre una de estas opciones, pudiéndose combinar si es necesario. Los hidrantes enterrados, al no sobresalir del nivel del suelo, suelen instalarse en zonas de paso, viales, etc.

Generalmente, los sistemas de hidrantes son redes perimetrales cerradas, lo que significa que, en caso de una rotura o incidencia en la tubería de alimentación, se pueden seccionar para asegurar el funcionamiento de parte de la red de hidrantes. Por ello, se suelen instalar válvulas de seccionamiento para poder aislar partes del anillo y asegurar el funcionamiento de gran parte del sistema.

Las redes de hidrantes se complementan con armarios que contienen las mangueras, lanzas, bifurcaciones, llaves, y otros elementos necesarios para su operación. Al diseñar estas redes, se debe considerar que el radio de acción de cada hidrante debe cubrir la totalidad de la fachada de los edificios. Estos deben estar identificados y señalizados con señales adecuadas para una correcta y rápida visualización en caso de incendio.

Rociadores y agua pulverizada

Los rociadores automáticos (sprinklers) son, sin duda, el sistema más utilizado para extinguir o controlar un incendio de manera automática. Su principio básico de funcionamiento es muy robusto, lo que les confiere una alta fiabilidad en comparación con sistemas más complejos. Se basan en utilizar las propiedades del agua como agente extintor para enfriar rápidamente el origen del incendio. El agua se descarga de forma gradual a través de unas boquillas, los rociadores, en una cantidad calculada según el tipo de fuego y el riesgo a proteger.

Funcionamiento de los Rociadores Automáticos

Cada rociador funciona de manera individual, ya que dispone de un elemento termosensible calibrado a una temperatura preestablecida. Cuando la temperatura alcanza este valor, el elemento termosensible se rompe debido al calor, liberando un caudal de agua proporcional a la presión que recibe y a un factor de diseño que depende de su construcción.

  1. Rociador Automático
  2. Puestos de Control
Diseño

La combinación de estos valores, junto con la cantidad de rociadores que deben funcionar simultáneamente para satisfacer las necesidades de abastecimiento, crea un amplio campo de ingeniería de diseño. Es imprescindible conocer los detalles del edificio (altura, tipo de cubierta, inclinación, tipo de estructura) y del riesgo a proteger (almacenes en altura, zonas de producción, establecimientos de pública concurrencia, etc.).

Requerimientos Críticos

Uno de los principales desafíos en estos sistemas es la necesidad de disponer de agua almacenada en tanques de gran tamaño y de contar con sistemas de bombeo específicos. Este aspecto del diseño es crítico, ya que tener varios registros normativos permite optimizar los proyectos con los sistemas más eficaces y con el menor consumo de agua posible.

Conclusión

Los rociadores automáticos son una solución eficaz y fiable para la extinción de incendios, aprovechando las propiedades del agua para controlar y extinguir el fuego. Un diseño adecuado, basado en las normativas vigentes y considerando los requisitos específicos de cada riesgo, es esencial para garantizar la efectividad del sistema y la seguridad de las personas y los bienes protegidos.

Exutorios: Sistemas de control de humos y calor

Un exutorio es un dispositivo que se utiliza para el control de la temperatura y la evacuación de humos en caso de incendio en edificios. Este dispositivo crea automáticamente una abertura en la cubierta o fachada para permitir la evacuación natural de gases de combustión, calor y humos. La apertura del exutorio puede realizarse mediante un accionamiento manual o a través de una señal automática generada por el sistema de detección de incendios.

El humo, generado durante un incendio, se dispersa rápidamente debido a su baja densidad, afectando severamente la estructura del edificio, los productos acumulados y, especialmente, a las personas. El humo puede causar más muertes que el propio fuego, ya que reduce la visibilidad, provocando accidentes durante la evacuación y pérdida de orientación, además de dificultar la respiración, lo que puede llevar a la asfixia.

Tipos de Sistemas de Evacuación de Humos
  1. Evacuación Natural: Se basa en la flotabilidad del humo, utilizando la diferencia de densidad para extraerlo de manera natural a través de la cubierta o, menos frecuentemente, por las fachadas. Los exutorios son elementos clave en este tipo de sistema, abriéndose automáticamente en caso de incendio para permitir la salida del humo.
  1. Extracción Mecánica: Utiliza ventiladores potentes para succionar o impulsar el humo hacia el exterior rápidamente.
  1. Barrido: Similar a la extracción mecánica, utiliza equipos para mover el humo fuera del edificio.
  2. Sobrepresión: Evita que el humo penetre en ciertos recintos, como escaleras de emergencia o vías de evacuación, mediante el diferencial de presión, asegurando una vía segura para la evacuación.

Un buen diseño de un Sistema de Control de Temperatura y Evacuación de Humos (SCTEH) es crucial para garantizar una evacuación eficaz del humo en caso de incendio. Este diseño debe considerar tanto las características del edificio como la integración con otros sistemas de protección contra incendios, como los rociadores. La correcta ubicación y cantidad de exutorios y otros dispositivos de extracción de humo son fundamentales para asegurar la seguridad de las personas y la protección de la estructura del edificio.

Sistemas de señalización fotoluminescente

Las señales luminiscentes desempeñan un papel crucial en la seguridad contra incendios y en la gestión de emergencias en edificios y otras instalaciones. Estas señales están diseñadas para absorber y almacenar energía lumínica durante condiciones normales de iluminación, y luego liberar esta energía en forma de luz visible en situaciones de oscuridad, como durante un apagón.

Funcionamiento y Aplicación: Las señales luminiscentes capturan energía lumínica de fuentes naturales o artificiales y la almacenan. En el caso de un corte de energía o en situaciones de poca visibilidad, estas señales emiten luz, proporcionando una guía visual clara. Esto es especialmente vital durante evacuaciones de emergencia, donde una señalización visible puede marcar la diferencia entre una evacuación segura y una situación caótica.

Usos Específicos:
  • Rutas de Evacuación: Indican claramente los recorridos que deben seguirse para evacuar un edificio de manera segura. Estas señales guían a las personas hacia las salidas de emergencia más cercanas, asegurando que incluso en condiciones de baja visibilidad se puedan seguir las rutas de escape.
  • Salidas de Emergencia: Señalan las ubicaciones de las salidas de emergencia, permitiendo que las personas las identifiquen rápidamente y evacuen el edificio sin demora.
  • Instalaciones de Seguridad: Marcan la ubicación de equipos de seguridad esenciales, como extintores, mangueras de incendio, y otros dispositivos de protección contra incendios, asegurando que estos recursos estén accesibles cuando más se necesitan.
  • Otros Dispositivos: Cualquier otro dispositivo que se quiera tener señalizado de forma visible en caso de fallo del suministro eléctrico puede beneficiarse de estas señales.
  • Normativa y Mantenimiento: El uso de señales luminiscentes, los materiales empleados y el mantenimiento necesario están regulados por el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI). Este reglamento establece los estándares que deben cumplirse para asegurar que las señales luminiscentes funcionen correctamente y sean eficaces en situaciones de emergencia. Esto incluye requisitos sobre la durabilidad, la capacidad de acumulación y emisión de luz, y las pruebas regulares para garantizar su operatividad.

La implementación adecuada de señales luminiscentes no solo cumple con la normativa vigente, sino que también mejora significativamente la seguridad de los ocupantes de un edificio. En situaciones de emergencia, cada segundo cuenta, y una señalización clara y visible puede salvar vidas al facilitar una evacuación rápida y ordenada.

En resumen, las señales luminiscentes son una herramienta indispensable en la planificación y gestión de la seguridad contra incendios. Su capacidad para proporcionar una guía visible y confiable en situaciones de apagón las convierte en un elemento esencial para cualquier sistema de evacuación y protección contra incendios.

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